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miércoles, 15 de enero de 2014

El Secreto del Alma

Los seres humanos estamos sometido a la única ley física, basada en que cuando este cuerpo deje de funcionar correctamente, entramos en un proceso llamado "muerte". A mí siempre me ha atraído ese tema, aunque quizás a otros les sea de repelente. Me ha atraído porque alrededor de ella hemos sembrado nuestros más grandes temores y nuestras más grandes aspiraciones. Ya más que nada, es algo que no preferimos recordar, sin duda para enfocarnos más en vivir, que en vivir pensando en cómo vamos a morir. Porque el tema de la muerte nos saca de línea, nos intriga, nos atemoriza, nos desborda de preguntas, nos lleva a cuestionar, y ¿por qué? Simple, porque no sabemos nada, nos embarga el misterio y la duda por no poder saber qué es.  

 


Lo que acabo de explicar es simple, y ese fue su propósito. Mi propósito no es escribir sobre otros mundos, sobre culturas o sobre ideas, mi propósito es teorizar, con lo poco que sé sobre el tema, el porqué nosotros, seres vivientes y pensantes, nunca podremos descifrar el secreto de la muerte y por qué hay un Dios que lo dispone así. Recalco, son bien recibidas las críticas, opiniones o lo que sea, pero siempre con una buena intención de aprendizaje. Porque ante este tema todos caminamos desnudos; nos espanta, y cada uno se aferra a lo que cree, para darle sentido a su existencia.



El tema de la muerte me lleva directamente al tema del alma ¿Existe o no existe? yo no tengo dudas, para mí existe. Con tan sólo pensar en todos los procesos que se están dando en el universo en este momento para que estemos aquí, pensando y existiendo, no hay ninguna teoría que me quite el pensamiento de saber que el Único sabe lo que hace y no comete errores. Nosotros como humanos pensamos que podemos juzgar todo por la base de la lógica, el método científico y la razón. ¿Pero dónde caben todas esas leyes para explicar lo infinito? ¿Si Dios es infinidad, como puedes juzgar la obra del Infinito? Él creó todo, y dejó su más grande misterio fuera de nuestro alcance. Eso me lleva hacerme esta pregunta: ¿por qué hay una barrera que nos impide revelar el secreto? ¿Por qué el Único nos mantiene alejados de esa verdad? ¿Cuál es Su propósito? 

 


Desde Aristoteles y contemporáneos han discutido el tema, enfrascados en describir cómo se forma el alma desde el ángulo de la filosofía. El libro "el tratado del alma" de Aristoteles habla sobre ello. Pero me alejo de esta vertiente, y es aquí donde comienzo mi pensamiento: si el ser humano descubriese el secreto del alma, y cruzara la barrera prohibida, profanaría lo más sagrado, y se creería algo más que un Dios. Esto ya lo hemos visto, como ha pasado con la materia y la genética: todo por un ego material se corrompe y luego se comercializa. Dios, que es perfecto en su misterio, debe saber que el ser humano no debe cruzar el puente que nos divide entre lo espiritual y lo terrenal. Porque el ser humano tiene como esencia algo destructivo: su propio ego de satisfacción. Ya sabemos que con el descubrimiento del átomo, sólo fue cuestión de tiempo para ver como eso evolucionaría para llegar a la bomba atómica y conflictos bélicos mucho más destructivos.



La evolución humana ha traído destrucción y muerte, aunque también muchos avances de beneficios. Sabemos también que la Nasa, aparte de estudiar el universo, tiene objetivo colonizar planetas, no por motivo de subsistencia, sino por motivos de conquistas. Por tal razón, si el ser humano descubriera el secreto oculto detrás de la muerte, y pudiese manipular el alma, como manipula lo económico, esclavizaría nuestra esencia, dañado el único vínculo puro, perfecto, magnifico que tenemos con el Creador. Incluso, mucho más peor, atentarían en contra Suya, burlándose del amor que expresa a través de su creación, nosotros. 


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